domingo, 2 de junio de 2019

cuerpos con música de fondo


es sorprendente cómo un paisaje
no es más que un espacio vectorial donde
confluye música de todo tipo
y de golpe vemos algo por todas partes
como una supernova que se manifiesta
en lugares donde antes no se había detectado
nada detiene el encanto de lo que el azar hace con las nubes
o lo que haya hecho en lo que va del año y sin embargo
se respira bajo una cúpula estelar
así un poema
influenciado por la luz que sea, puede ser escrito en una hora
o en mil años por usar un recurso hiperbólico
de algún modo, esto también significa que
para amar se necesita un cuerpo
visible como las frutillas que limpiás ahora en tu cocina
aunque la otra parte del Universo
permanezca oculta.

Rita Kratsman, cuerpos con música de fondo, Ediciones el jardín de las delicias, Buenos Aires, 2019.

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